La discriminación es una forma de violencia pasiva;
convirtiéndose, a veces, en una agresión física. Quienes discriminan designan
un trato diferencial o inferior en cuanto a los derechos y las consideraciones
sociales de las personas, organizaciones y estados. Hacen esta diferencia ya
sea por el color de la piel, etnia, sexo, edad, cultura, religión o ideología.
Los individuos que discriminan tienen una visión
distorsionada de la esencia del hombre y se atribuyen a sí mismos características
o virtudes que los ubican un escalón más arriba. Desde esa “altura” pueden
juzgar al resto de los individuos por cualidades que no hacen a la esencia de
estos.
Muchas veces este rechazo se manifiesta con:
• miradas odiosas
• con la falta de aceptación en lugares públicos, trabajos
o escuelas.
La intolerancia, el rechazo y la ignorancia son
determinantes para el nacimiento de conductas discriminatorias.
Las creencias populares pueden convertirse en propulsoras
de odios.
Los judíos son avaros, los gitanos ladrones, los coreanos
sucios, el que
tiene tez trigueña es cabecita, los bolivianos son inmigrantes
ilegales.
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